Impunidad y corrupción

Desde hace un tiempo ( a esta altura ya me parece una eternidad) no puedo ver a mi hijo de 9 años.
La impunidad de mi ex marido, el Vicepresidente de la Cámara de diputados de la Pcia de Bs. As, y la justicia corrupta y temerosa de los poderosos de turno, me privan de ese contacto con mi niño, cometiendo el delito penal de impedimento de contacto.
¿La Justicia comete delitos? podría preguntarse a

lguien. Si, lamentablemete, cuando enfrete está el poder político K la justicia, por acción u omisión comete delitos.
Me privan de ejercer mi maternidad y privan a mi niño del derecho de gozar del amor de su mamá, sin argumento alguno y como consecuencias de dos denuncias falsas presentadas por el Diputado Ottavis (mi ex) para las cuales no aportó un solo testigo y por supuesto la Jueza Norma Abou Assali del Juzgado 26 tampoco los solicitó. Se limitó a cumplir con lo que el diputado pedía, sin pensar en mi y mucho menos en mi hijo. Porque, claro, ya había sido denunciada por el Sr. Ottavis en Consejo de la Magistratura y debe temer mucho tener que enfrentarlo.
Durante este tiempo en el que el padre de mi hijo abusando de su poder me ha privado hasta de hablar por teléfono con mi niño, he atravesado el dolor más intenso de mi vida.
Yo no había imaginado que el corazón podía doler tanto pero duele y mucho. Yo nunca pensé que la angustia podía cerrarte la garganta hasta dejarte sin aire, pero pasa.
Es un momento muy duro. Pero como todo en la vida, este tiempo de dolor tiene matices y pude entender la frase que tanto tiempo me repitió mi papá y a la que tanto me resistí: " A veces que las cosas no salgan como uno espera es lo mejor que nos puede pasar".
En este tiempo, he nacido nuevamente. Aprendí que tengo una fortaleza que desconocía. Aprendí que cuando uno puede trascender el dolor propio y ver alrededor hay otros que también sufren, así el dolor se transforma en solidaridad y empatía.
Aprendí que ser valiente no es no tener miedo, sino hacer lo que hay que hacer a pesar de sentirlo, y entendí en lo más profundo de mi corazón, que esta no era mi lucha, era la de muchas mujeres, que necesitabamos unirnos y así salí del temor e hice pública esta situación y se abrió un nuevo mundo.
No sé cúando la "justicia"me devuelva a mi niño, pero sí sé que cuando eso pase, mi hijo estará orgulloso de su mamá.
A todos los que acompañan en este momento doloroso, muchas gracias. Laura Elias.